Formación de la próxima generación de expertos en gestión de incendios
Las olas de calor y las sequías provocan incendios más extremos en todo el planeta. Entre 2017 y 2018, los superincendios avivados por vientos huracanados dejaron tras de sí 225 muertos(se abrirá en una nueva ventana) en Grecia, Portugal y España. Entretanto, regiones que rara vez se veían amenazadas por las llamas se han encontrado con situaciones peligrosas. «La gente tiende a pensar que, en caso de emergencia, los bomberos vendrán a rescatarnos», explica la directora científica de PyroLife(se abrirá en una nueva ventana), Cathelijne Stoof de la Universidad de Wageningen(se abrirá en una nueva ventana) (Países Bajos). «Como hemos visto cada vez más en la última década, este concepto de gestión de incendios ya no es válido».
Programa de formación sobre cómo convivir con los incendios forestales
Stoof cree que se requieren nuevos planteamientos para la gestión de los incendios. Estos métodos deben ser más proactivos que reactivos y tener plenamente en cuenta el impacto del fuego tanto en el paisaje como en las personas. «Al fin y al cabo, el fuego es un proceso natural», añade. «Debemos pensar más en cómo gestionamos y convivimos realmente con el fuego». Parte de este nuevo método implica formar a las personas de otra manera. Ese era el principal objetivo del equipo del proyecto PyroLife, que contó con el apoyo de las acciones Marie Skłodowska-Curie(se abrirá en una nueva ventana). El proyecto reunió a quince investigadores noveles para participar en el primer programa integrado de formación doctoral del mundo sobre la gestión de incendios forestales. Un elemento clave del programa de formación era la transferencia de conocimientos del sur de Europa a las zonas templadas europeas, y viceversa. «Los investigadores noveles realizaron sus investigaciones en distintas organizaciones», explica Stoof. «Si fuesen del norte, también se formarían en una institución del sur».
El papel de la diversidad en la gestión de incendios
Las lecciones interdisciplinarias incluyeron el comportamiento del fuego, la política y la gestión del agua. Los expertos procedían de la ciencia del fuego, la climatología y la edafología, así como de la silvicultura, la economía y la comunicación de riesgos. «Sabíamos que era importante implicar a todo el mundo», afirma Stoof. «La diversidad aumenta la calidad de la ciencia, aunque sabemos que eso puede ser difícil de conseguir. Queríamos escuchar tantas voces como fuera posible». El método del proyecto sobre la diversidad ha contribuido a subrayar que la gestión sostenible de los incendios requiere la colaboración de todas las partes de la sociedad(se abrirá en una nueva ventana). «No depende solo del cuerpo de bomberos detener todos los incendios», indica Stoof. «Todos los sectores tienen un papel que desempeñar en la gestión de los incendios, desde la ordenación del territorio y el turismo hasta la educación».
Reconocer el dolor asociado a la catástrofe
Otro punto clave del programa de formación ha sido la importancia de reconocer tanto la necesidad de vivir con fuego como el dolor asociado al desastre. «Hablar de ese dolor(se abrirá en una nueva ventana) pone la gestión de incendios en la agenda de todos», explica Stoof. «Presentado así, incita a las personas a reflexionar sobre la importancia de pasar a la acción». Muchos de los quince investigadores noveles que participaron en este programa de doctorado inaugural han accedido a puestos de titular. «Es realmente asombroso ver dónde han acabado», añade Stoof. «Han recibido una formación exhaustiva en ciencias naturales, ciencias sociales y conexión con la práctica, y ahora son capaces de usar estas habilidades y transmitirlas». El proyecto también ha abierto nuevas vías de investigación, como el examen de los efectos de la guerra en Ucrania sobre los incendios forestales.
Palabras clave
PyroLife, fuego, incendios forestales, medio ambiente, olas de calor, sequías, diversidad