Tecnologías sin contacto que logran recrear el tacto
La pandemia de COVID-19 puso de manifiesto hasta qué punto dependemos del tacto, no solo para nuestras funciones, sino también para nuestro confort, empatía y vinculación social. «Las tecnologías hápticas actuales (como las de los mandos de videojuegos para recrear el movimiento o la vibración) se quedan cortas», afirma el coordinador del proyecto TOUCHLESS(se abrirá en una nueva ventana), Sriram Subramanian, del University College de Londres(se abrirá en una nueva ventana), en el Reino Unido. «A menudo requieren dispositivos ponibles o superficies de contacto y rara vez tienen en cuenta el poder emocional del tacto. Se pierde lo que hace que la conexión humana sea verdaderamente valiosa».
Lograr que las interacciones digitales sean más humanas
El equipo del proyecto TOUCHLESS, financiado con fondos europeos, se propuso resolver este problema desarrollando la primera plataforma háptica emocionalmente inteligente y sin contacto del mundo, que ofrece experiencias táctiles ricas y sin contacto en todo el cuerpo y las adapta al contexto emocional y social del usuario. «El objetivo no era solo simular sensaciones, sino evocar emociones, acercando las interacciones digitales a la experiencia humana real», explica Subramanian. Para lograrlo, en el proyecto se reunió a un equipo multidisciplinar. En primer lugar, se desarrollaron equipos nuevos, como matrices electrostáticas que ponen la piel de gallina y campos ultrasónicos que acarician el aire. A continuación, el equipo del proyecto analizó cómo se percibían estos estímulos mediante experimentos psicofísicos en distintas zonas del cuerpo. Para ello, se desarrolló una plataforma de IA que combina la detección en tiempo real (por ejemplo, la frecuencia cardíaca y el seguimiento de la mirada) con la modulación háptica adaptativa. «También creamos herramientas como Feellustrator(se abrirá en una nueva ventana) para diseñar experiencias hápticas, y una biblioteca táctil normalizada(se abrirá en una nueva ventana) para catalogar estímulos afectivos», añade Subramanian. «Se desarrollaron demostradores del mundo real, incluida una máquina expendedora con retroalimentación táctil adaptativa, experiencias de meditación de conciencia plena y conceptos de automoción».
Desarrollo responsable de las tecnologías sin contacto
En TOUCHLESS se logró una amplia gama de avances. «Entre ellas, la "piel de gallina a demanda" mediante estimulación electrostática segura en el antebrazo y la nuca», señala Subramanian. «Mostramos cómo el tacto digital puede ser realmente afectivo». La plataforma de IA también demostró ser capaz de adaptar el tacto en tiempo real basándose en bioseñales como la frecuencia cardíaca y la mirada, mientras que las herramientas como Feellustrator facilitaron el diseño y la previsualización de los efectos táctiles. «También hemos creado un marco ético(se abrirá en una nueva ventana) sólido, el primero de su clase, para guiar el desarrollo responsable de tecnologías emocionales y sin contacto», señala Subramanian. Entre los posibles usuarios finales se encuentran los profesionales sanitarios, que podrían utilizar la retroalimentación sin contacto para calmar a los pacientes o mejorar la telepresencia. La educación y la formación también podrían beneficiarse de las interacciones emocionalmente inteligentes en aulas o laboratorios virtuales. «En entretenimiento y juegos, la háptica en el aire añadiría una capa emocional que profundizaría la inmersión», afirma Subramanian. «Incluso las tecnologías de accesibilidad podrían transformarse, al dar a las personas con deficiencias sensoriales nuevos canales de expresión y comunicación».
Comercializar las nuevas tecnologías hápticas
Ahora, TOUCHLESS pasa del laboratorio al mercado. «Algunos resultados están entrando en la fase inicial de pruebas comerciales», añade Subramanian. «El motor Text-to-Haptics se está explorando en contextos de medios creativos y de accesibilidad». Un resultado inesperado fue la creación de AcoustoFab(se abrirá en una nueva ventana), una empresa incipiente que aplica ultrasonidos para manipular con precisión pequeñas partículas y gotitas. Originalmente, la técnica se utilizó en TOUCHLESS para administrar diminutos estímulos químicos sobre la piel, un concepto conocido como háptica química. «La desarrollamos para explorar nuevos tipos de retroalimentación sensorial», explica Subramanian, «pero enseguida nos dimos cuenta de que podía desbloquear procesos industriales totalmente nuevos en campos como la impresión 3D, la clasificación de semillas y la automatización de los laboratorios». Para inspirar una adopción más amplia, el equipo ha producido un vídeo(se abrirá en una nueva ventana) en el que se muestran los futuros casos de uso. «Esperamos que TOUCHLESS deje una huella duradera en la forma en que la gente experimenta la tecnología, no solo como algo útil, sino como algo emocionalmente valioso», señala Orestis Georgiou, uno de los socios del proyecto, también del University College de Londres.
Palabras clave
TOUCHLESS, IA, digital, emocional, tecnologías sin contacto, electrostática, háptica
