Nuevas tecnologías para combatir las infecciones bacterianas

Una nueva generación de investigadores ha concebido estrategias innovadoras para combatir las infecciones bacterianas y hacer frente a la resistencia a los antimicrobianos.

Salud

El uso indebido de antibióticos está aumentando el ritmo de aparición de resistencia a los antimicrobianos (RAM) en las bacterias. Ello ha llevado a la Organización Mundial de la Salud (OMS) a identificar la RAM como una de las mayores amenazas para la salud mundial, la seguridad alimentaria y el desarrollo. «Algunas de las bacterias patógenas más peligrosas figuran en la lista de bacterias patógenas prioritarias(se abrirá en una nueva ventana) correspondiente a 2024 de la OMS», comenta el coordinador del proyecto PEST-BIN(se abrirá en una nueva ventana), Ivan Mijakovic, de la Universidad Técnica de Dinamarca(se abrirá en una nueva ventana). La urgencia de la situación ha espoleado la acción política. En la reunión de la Asamblea General de las Naciones Unidas sobre la RAM celebrada el año pasado, los líderes mundiales aprobaron una declaración política(se abrirá en una nueva ventana) y un compromiso con un conjunto claro de objetivos y acciones, entre los que se incluye reducir en un 10% la cifra de 4,95 millones de muertes anuales asociadas a la RAM en bacterias para 2030.

Nuevas soluciones para hacer frente a la RAM

Se necesitan nuevas tecnologías disruptivas que ayuden a lograr estos ambiciosos objetivos, así como una nueva generación de expertos capacitados para desarrollar soluciones. Aquí es donde entra en juego el proyecto PEST-BIN, que contó con el apoyo de las acciones Marie Skłodowska-Curie(se abrirá en una nueva ventana). El proyecto reunió a seis universidades, tres institutos de investigación, un hospital y cinco empresas privadas con un objetivo común: ser pioneros en el desarrollo de nuevas tecnologías para combatir las infecciones bacterianas. «También nos propusimos formar a un grupo de estudiantes de doctorado excepcionales para abordar el problema de la RAM —explica Mijakovic—. «Trabajamos con grupos de estudiantes para identificar dianas clave en las bacterias para desarrollar nuevos antibióticos, así como soluciones basadas en nanomateriales, a fin de acabar con las infecciones bacterianas». El proyecto tuvo un carácter muy interdisciplinar y en él participaron microbiólogos, expertos médicos, químicos y especialistas en nanotecnología. «Todos trabajamos juntos y aprendimos unos de otros», agrega Mijakovic.

Aplicación de la genómica, la biología molecular y la biología evolutiva

Esa colaboración dio lugar a varios resultados prometedores. Se desarrollaron nuevas tecnologías de diagnóstico basadas en la espectrometría de masas, y muchos de los investigadores lograron ahondar en los mecanismos que subyacen a las infecciones bacterianas. Para ello se utilizaron diferentes herramientas de la genómica, la biología molecular y la biología evolutiva. «Descubrimos formas de eliminar bacterias patógenas con métodos nuevos e ingeniosos —observa Mijakovic—. En uno de nuestros subproyectos, incluso llegamos a patentar un nuevo chip de diagnóstico, lo cual posibilitó crear una empresa emergente exitosa, que ya está comercializando nuevos dispositivos de diagnóstico». Para Mijakovic, el espíritu de equipo creado durante los tres años del proyecto es algo de lo que está especialmente orgulloso. Y agrega: «Esta red de quince jóvenes científicos extraordinarios seguirá siendo un auténtico motor de innovación futura».

Ahondar en el diagnóstico avanzado

Mijakovic reconoce que aún queda mucho trabajo por hacer en la lucha contra la RAM. «A medida que seguimos aprendiendo más sobre los mecanismos de infección y el diagnóstico, surgen más preguntas —puntualiza el coordinador—. Se seguirán haciendo descubrimientos fundamentales». Para responder a esas preguntas, varios supervisores del consorcio PEST-BIN se han unido a BUG-ID, otro proyecto europeo de red de formación innovadora que acaba de recibir financiación. «En el nuevo proyecto ahondamos en el diagnóstico avanzado mediante la combinación del uso de la inteligencia artificial y nanomateriales bidimensionales —comenta Mijakovic—. Al mismo tiempo, nuestros socios industriales de PEST-BIN, y la empresa emergente que creó uno de nuestros investigadores en la fase inicial de su carrera, están trabajando para comercializar productos diagnósticos y antibacterianos».